¿Por qué REGNVM HISPANIÆ ?
La Historia, como disciplina, satisface varias necesidades humanas. El público demanda Historia tanto como bien de capital, como bien de consumo. Como bien de capital porque, dado que la disciplina abarca todas las ramas del conocimiento en un sentido u en otro (de cualquier aspecto de la vida humana se puede hacer Historia), son muchos los que acuden a ella para formarse o en busca de respuestas a las necesidades del presente, ya que, de un modo u otro, las cosas que suceden hoy tienen antecedentes en algún momento del pasado. Por otro lado, la Historia es un bien de consumo. Las personas necesitan entender el mundo en el que viven y esto sólo es posible si conocen cómo se ha formado, de dónde vienen las cosas. Eso les lleva, inevitablemente, a recurrir a la Historia.
Pero además de esta necesidad de conocer el mundo presente para poder interactuar en él, además de la curiosidad innata en el ser humano por saber el origen de las cosas y además del simple placer de conocer el pasado del mismo modo que muchas generaciones atrás los nietos escuchaban las viejas historias de los abuelos entorno al fuego del hogar o las gentes se reunían entorno a un juglar o un bardo que contaba las viejas leyendas y las gestas de los antepasados; el ser humano necesita una identidad. Hay muchos factores que constituyen la identidad de una persona, pero sin duda alguna uno de los más importantes es su pasado cultural, el patrimonio tangible e intangible que ha recibido de sus antepasados y que, de manera instintiva, aspira a legar a sus descendientes para que no se pierda. En un mundo globalizado como el actual en el que las identidades se diluyen, conocer la propia historia y saber quiénes somos y de dónde venimos se vuelve una necesidad casi existencial para muchas personas.
En el caso de España nuestra Historia ha sido tergiversada para construir el relato nacional a lo largo del siglo XIX y del siglo XX y contra ese relato han surgido una serie de relatos alternativos que han sumido al grueso de la población en una gran confusión identitaria y de su propio pasado. Este fenómeno no es exclusivo de España pero en nuestro país, debido a nuestra tumultuosa historia reciente, quizás es más acusado que en otras partes. En este sentido, existe una demanda creciente entre muchos españoles de conocer su historia real, limpia de la leyenda negra que aquellos que por diversos motivos (fundamentalmente políticos) han tratado de inocular para destruir la idea misma de España; pero también limpia de la leyenda rosa que el nacionalismo español ha tratado de implementar. En este sentido, REGNVM HISPANIÆ nace para dar respuesta a esa demanda de una Historia de España rigurosa y lo más limpia posible de esos sesgos. Una Historia que nos permita conocer realmente quiénes somos y de dónde venimos los españoles, sin ocultar ni las luces ni las sombras de nuestro pasado.
Sobre mi
Mi nombre es José Manuel Santa Bárbara Pérez y soy Licenciado en Historia por la Universidad de Granada. Desde siempre me ha apasionado leer y me encanta escuchar y contar historias. Sin duda alguna eso es lo que en su día me llevó a estudiar esta carrera. También me encanta escribir y combinando esta habilidad con el gusto por la Historia, como no podía ser de otro modo, me dedico especialmente a la novela histórica. Además soy un apasionado de la mitología y las leyendas, tanto por inquietud espiritual como antropológica y cultural. Los mitos son aquellas cosas que nunca han pasado, pero que siempre pasan. Por este motivo también me gusta la fantasía heroica y toda la literatura de ese estilo. Aparte de lo anteriormente comentado, una de mis mayores aficiones es el deporte, posiblemente porque en cierto sentido los valores deportivos son dignos herederos de los viejos valores heroicos que en cierta medida se han perdido en nuestra sociedad y el espíritu olímpico representa enormemente la idea de trascendencia del héroe que aspira a ocupar su lugar entre los Dioses de lo Alto tras llevar a cabo una gesta que le haga digno de ello.
Creo que la «Historia Académica» por decirlo así suele tener el defecto de ser demasiado alejada del público y de perderse en debates técnicos que realmente son poco importantes en lugar de profundizar más en su verdadero propósito. Por eso creo que es importante la divulgación, que un historiador, sin perder en ningún momento la rigurosidad, debe ser como un bardo, como un escaldo de las viejas sagas que cuenta los relatos de una manera que la gente pueda amar su pasado y no sólo comprender el presente sino aprender de aquello que nuestros antepasados hicieron. Además, como español, creo que hay muchas personas en este país que están orgullosas de nuestras raíces y nuestra cultura, que la aman sin complejos y quieren conocerla en profundidad; pero que al mismo tiempo rechazan el chovinismo patriotero de otras épocas. Gente que, en definitiva, quiere conocer la verdad de quienes son, con sus luces y sus sombras. Creo que es el valor social de los historiadores reside en buena medida en su capacidad de satisfacer esa necesidad y desde REGNVM HISPANIÆ aspiro modestamente a contribuir a ese propósito.